No sólo antes de dirigirte a una estación de ITV, también antes de iniciar un viaje largo es conveniente echar un vistazo a nuestros neumáticos para comprobar que no tienen ninguno de los siguientes defectos:

  • Presión de inflado y equilibrado incorrectos: Es conveniente comprobar la presión de inflado periódicamente siempre con neumáticos fríos. Igualmente, si notamos vibraciones anormales puede deberse a desequilibrios de los neumáticos, que si no se corrigen, con el tiempo, pueden provocar un desgaste anticipado.
  • Envejecimiento y agrietamiento de la parte lateral exterior. Con el paso del tiempo, el sol, el aceite o el combustible, hacen que los neumáticos pierdan sus propiedades y adherencia, endureciéndose.
  • Bultos o cortes, causados muchas veces por los golpes contra bordillos. Si observas alguna irregularidad de este tipo deberás cambiar esta rueda para evitar un reventón junto con su compañera del mismo eje.
  • Neumáticos desgastados en la banda de rodadura o irregularidades en el dibujo. La profundidad del dibujo debe ser superior a los 1,6 mm marcados por ley. Es conveniente chequear el alineado y la dirección, además de la suspensión que pueden influir directamente en el desgate del neumático.